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Profe tumbero

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Todo lo publicado por Profe tumbero

  1. Agrego a dos grandes amigos "Elpotas" y "Viejito que puede"
  2. No estamos olvidando del gran CatLeaks y su ultra memoria y gran archivo.
  3. Gracias mi viejo por recordarme, pero no está muerto quién pelea. Estoy haciendo algunos aportes por la parte trans, en la sección trans café. Quisiera recordar a varios foristas: Antiguo: Al cual ve, cada tanto, y nos hablamos. Anda mal de salud. Jembeam. Smurf.
  4. Quizá hable bien; ahora, redactando, es otro cantar.
  5. El libro existe. Digo, ya hay uno. Una novela que habla de una historia gatera con intrigas y serios enredos. Y seguramente, Dios mediante, habrá más. Abrazo.
  6. En efecto,dejé pasar la oportunidad y la señorita quedó molesta. Tampoco era correcto que dejara a una amiga de seña para ir a cojer con otra -sea mina o trans - pero que si se daba cuenta...también la colombiana me iba a terminar haciendo la cruz. Si estoy escribiendo un libro de anécdotas con trans, me pregunta... Tengo para terminar - que bien podría darle un cierre pero que estoy esperando resultados de concursos literarios - un libro de cuentos sobre el mundo del delito y de la carcel. Y, nada que ver con el marginal, sino cosas en serio, lo una ficción berreta. Además, una novela sobre el homicidio de un sicario italiano ocurrido acá en la Argentina. La idea es una ficción sobre un hecho real porque avanzar sobre un trabajo riguroso...vaya a saber cómo y dónde termino. Otra novela que arrancó muy linda y se me vino abajo sobre un político honesto que queda enmarañado con la trama de la corrupción política, judicial y sindical. Y por último, una novela de amor, que su ingrediente es sí, con una señorita trans. Que tiene una trama de enredos que está adelantada, pero que hace meses que dejé de escribirla. Abordé otras cuestiones que me ocupan mucho tiempo. Y actualmente escribiendo música y temas con la idea de publicar en un futuro algunos papers y trabajos de divulgación. Hay, por el foro - creo que aún está - un boceto de "Solo una partida de ajedrez" que terminó siendo una novela (que debiera ser pulida, cosa que alguna vez haré) que trata de enredos con una señorita meretriz de nacionalidad colombiana. Si gusta, ahí tiene para entrtenerse. Cuando salga algo más, seguramente en el foro habrá algún banner informando. Ahora no vaya a creer que tengo un frondoso anecdotario con trans, si veo una constante: la queja y la victimización constante - lo cual lo ventilo acá ya que en otros lados me van a tirar con munición calibre 50 - y la escasa autocrítica. Además, hay temas que no se pueden abordar de cierta manera en este contexto y con los paradigmas vigentes sin meterse en quilombos. Un abrazo.
  7. ¿Y si se practicó una ornitoquirdía?
  8. Hace un tiempo que una jefa mía me definió como el hombre de las anécdotas. Yo no vengo con histerias, sino con historias. Esta, la de Génesis la comenté hace mucho tiempo. Y, como el público se renueva, la comentaré otra vez. Hace mucho tiempo iba a la galería Roustique donde atendía una muy famosa masajista de nacionalidad venezolana. La primera vez que fui a hacerme atender - y no a tomar masajes específicamente - iba por un largo pasillo con puertas a izquierda y derecha de distintos departamentos. Al llegar a la de la señorita venezolana, en el departamento de enfrente la puerta estaba abierta. Miré y adentro parecía como que hubiesen arrojado varias granadas y que entraron los NAVY SEAL a puro disparo. De adentro una música de reguettón salía estruendosa que lo echaba a uno. La señorita venezolana me señaló que era una chica trans y que era muy amiga de ella. En varias oportunidades me la crucé a la trans en ocasión de ir a visitar a la venezolana. La trans me miraba, pero nada; supongo que para no superponerse con la vecina. Pasaron años y un día arreglo con Tania BG (la colombiana que muchos recordarán) para ir a tomar algo, ya que eramos muy amigos (yo le sigo teniendo estima porque es toda una berraca, aunque ella no creo que hable bien de mi. Usé mi lengua de manera muy cruel - excesivamente y no en cuestiones de sexo oral, sino diciendo cosas que debí haber callado y, como consecuencia, perdí una amiga). Debíamos encontrarnos en Reconquista y Córdoba. Ella venía de trabajar de un depto que tenía por microcentro. Yo venía de mi casa, con un traje de lino color arena, camisa blanca y zapatos marrones de cabritilla. Iba caminando por avenida Córdoba en dirección al bajo por la vereda de lo que antes fuera Harrods. Levanto la vista y - en ese momento podía - la diviso a Tania cruzando Córdoba a una cuadra. Cruzo San Martín y, sobre el frente del viejo Orleans, estaba una chica y...Génesis. La trans se me acercó y, decidida me interceptó. Sin prurito alguno me preguntó: - ¿Por qué se te marca tanto el pene cuando caminás? Ella estaba parada delante mío con unos zapatos que más que tacos, parecían zancos. Preciosa, con una minifalda de cuero y una ¿blusa? de color blanca. Bajé la vista, de manera lenta como estrategia para pensar qué responderle y me detuve en mi zona aludida. Se me encendió la lamparita rápido y, haciendo un mohín de naturalidad, le respondí: - Porque la tengo grande. Acto seguido la intenté esquivar y seguir caminando para encontrarme con la colombiana. Pero Génesis me sujetó del brazo derecho quedando yo al lado de ella. Entre ella y la pared. Yo mirando hacia Reconquista y Génesis hacia San Martín. Así sin más me preguntó: - ¿Cuánto? Ahí yo la miré a ella y repetí lo mismo, solo que esta vez recorrí el cuerpo de ella con la mirada y la detuve en su cola. Haciendo un gesto como que calculara, entrecerrando un ojo incluso, le respondí: - La medida justa para vos. Procuré arrancar de nuevo, pero Génesis no me dejó avanzar. Y ahí me propuso para dejarme sorprendido: - Vamos a hacer lo siguiente. Vamos al telo. Vos solamente pagás el turno.E hizo el ademán para avanzar en dirección a San Martín. Yo, puteando para mis adentros, no me moví y le expliqué: - Mirá disculpame, tengo que encontrarme con una amiga que me está esperando en la esquina. Eso era cierto; totalmente y absolutamente cierto. No sé qué pensó Génesis, pero quizá que la estaba rechazando por su condición y que ponía una excusa. Solo sé que el gesto de ella fue de querer asesinarme en ese momento. Me soltó, avancé y me encontré con Tania. Fuimos a tomar algo y cuando me tiré un lance para continuar la velada en el hotel del pasaje "Tres sargentos", me respondió que había trabajado todo el día y que estaba cansada. "Mejor otro día", me dijo. Yo, sonriente poniendo cara de suficiencia, hice que lo tomaba con soda. La acompañe hasta Reconquista y Córdoba, donde tomó un taxi y regresé por donde vine. Al llegar a la esquina de San Martín y Córdoba, aunque había pasado un par de horas, seguía Génesis. Me acerqué y me sacó cagando literalmente. - ¡No me molestes y salí de acá! - dijo a viva voz ni bien me acerqué a saludarla. Colorín colorado. Más vale pájaro (y nunca mejor dicho en éste caso) que ciento volando. A Génesis me la crucé infinidad de veces en el centro. Incluso con su actual pareja, siempre me mira. A veces la saludé e incluso charlé con ella, pero la mina está resentida...Cosas que pasan. Abrazo y perdón por la lata.
  9. Es trans. Una de cara media redonda y de larga cabellera castaña. Que suele estar por la tarde hasta entrada la noche y que a veces se junta con algunas dominicanas. En ocasiones suele ir Génesis, otra trans, pero de pelo negro. Ahora esta última, cuando va, lo hace muy tarde.
  10. Muchas gracias a usted por pasar y comentar. Abrazo.
  11. Muchas gracias. Sí, busco una redacción, digamos florida, ya que pasé la primaria, hace tanto que ya duele recordarlo. Gracias por leer y comentar. Muchas gracias por leer y comentar. Me alegro que le guste. Abrazo.
  12. En efecto. La señorita sabe que ese es su plato principal (por llamarlo de alguna manera) y lo luce en casi todas las fotos de publicidad. Aunque le destaqué su voz, que me resultó sensual.
  13. ¿La redacción, la señorita o ambas? Muchas gracias por pasar a leer y comentar.
  14. Dejo algunas fotos, que me olvidé de colocar. Sepan disculpar.
  15. Ante todo, pongo el link: Escort Luana Congreso 15-2786-5540 Argentina Escorts BairesGirls Acompañantes Buenos Aires Rubro 59 escorts argentinas WWW.BAIRESGIRLS.NET Escorts Acompañantes Argentinas, Nivel vip, Escort Argentina, Acompañantes Vip, Escorts vips Como bien saben, mis relatos abundan en detalles. Quizá a alguno puedan resultarle pesados; lo siento, pero recuerden que no están forzados a leer lo que vuelco. Si no están de acuerdo con mi manera de narrar, pueden seguir de largo. Les mando un fuerte abrazo. Que la cuestión económica impacta en la costumbre de gatear reduciéndola, creo que nadie lo discutirá porque, supongo, debe existir un consenso generalizado. Yo, no soy la excepción. Bajé bastante mis andanzas y, algunas de las señoritas que he visitado son de las que publican en las tres K, sobre las cuales no se puede publicar nada. Y eso que una, venezolana ella, la experiencia fue absolutamente desastrosa a punto tal que hasta me lastimó el pene. Era tarde el viernes y no sé qué me llevó a consultar la página de baires. Me encontré con una morocha, que en cierta manera me hizo recordar a una vieja escort, que quizá alguno la recuerden “Micol de Solo independientes”. Fue nada más que un golpe de vista, pero me hizo dudar al principio. Consulté por whatsapp y me respondió con un texto prefabricado sobre su servicio. En él señalaba que era completa en todo sentido (lesbianismo, atención a parejas por la suma de media hora 1300 y 1800 la hora. No obstante me aclaró que ya tenía todos los turnos asignados en un audio. La señorita resultó muy amable y sumamente simpática. En estas épocas de “corta la bocha y te bloqueo”, Luana no demostró estar en esa postura, infantil, histérica y tuteándose con la insolencia. La voz de ella me denotaba que era joven y, que no era la mítica Micol. Fue tal la sensación que le elogié su voz, cosa que aparentemente le gustó y la extrañó. Me aclaró lo obvio, que los gateros le elogian otros atributos, pero le señalé que con mi edad ya veo todo el menú a la hora de elegir el plato. Se despidió de manera cortés, amable, señalándome que debía “alistarse” para recibir a su cliente. Me llamó la atención el empleo de vocablos de poco uso acá y más en gente joven, lo cual me motivó más a conocerla. Y le pedí que si el cliente le cancelaba el encuentro, me avise. Al rato controlé y la encontré en línea. Consulté y me señaló que el cliente tuvo un percance; se vino antes de tiempo y no duró ni un round. - “¿Querés venir? Y comencé el zafarrancho para alistarme. Me pasó las coordenadas. Avenida de Mayo 13%% con el piso y todo. Y ahí fui. Enorme torre, en la cual en la recepción estaba personal de seguridad y varios vecinos. Eso no sería raro, si no fuera porque ya eran las dos y media de la madrugada. Toqué timbre y Luana me señaló que bajaba a abrirme. Esperé dando saltitos en el lugar porque el frío era bravo y, mientras hacía esa suerte de precalentamiento dando la espalda a la puerta sentí cómo abrían la puerta. Giré y me topé con una morocha de pelo lacio largo, risueña y de baja estatura pero de curvas. Nos saludamos tímidamente por la presencia de la gente en el hall y enfilamos hacia el ascensor que había dejado con la puerta abierta. Charlamos un poco y comenzamos con los besos, algo tímidos, como si ella me estuviera estudiando. Entramos al depto, que es un monoambiente con cocina incorporada. Bien, pulcro. Cama amplia y comenzamos a charlar: un video juego, el frío, el cliente que no funcionó y ella se fue quitando la ropa. Yo, medio salame la miraba contemplándola, a punto tal que ella me sugirió: - ¿No te vas a poner cómodo? Debo confesar, me sentí un tanto idiota y ahí nomás, comencé a hacerle caso. Conjuntito de dos piezas animal print tipo leopardo. Nos acostamos, la tapé y comenzamos a los besos. Al rato, cortó para decirme algo, que, sabrán disculpar este destello de vanidad que alimentó mi ego y que se repetirá a lo largo de la experiencia: - ¡Qué dulce que sos! ¿Siempre sos así? Extrañado respondí que si me encontraba a gusto, lo era. Mientras charlamos manoteé el broche de su corpiño para zafarlo. Y seguí bajando para recalar en sus senos y ella comenzó a gemir, dándome la pauta que lo disfrutaba. Estuve un rato así cuando ella se levantó y me advirtió: - ¡Ahora me toca a mi! Y comenzó a chuparme el pene. Decididamente excelente. Con mucha saliva, lamiéndolo por momentos a lo largo, comenzando por la base en dirección al glande, como si fuera un cucurucho. Lamidas a mis testículos, por momentos garganta profunda, bajadas y subidas aprisionando con sus labios mi miembro. En síntesis, una maravilla. Incluso me preguntó en un momento si quería más suave o más violento. Atiné a decirle que lo que hacía era maravilloso. Imagino que aquel que sufra de eyaculación precoz, con semejante alarde de técnica y manejo, no le debe durar nada. Ella se lanzó a buscar un preservativo, con lo cual se abalanzó sobre y mi, dejándome su cola, que es absolutamente maravillosa –cosa que ella lo sabe holgadamente- lo cual me lancé a acariciarla, primero, luego a lamerla y por último a que se quite la tanga. Entonces, creo que salí de la ruta que ella tenía prefijada. - ¿Me dejás que te la chupe? - ¿En serio? Imagino que ella pensaba que, luego de la sección de sexo oral que me propinó, ya estaba a punto de caramelo. Más no, yo quería seguir con los juegos amatorios. Le consulté como lo quería, ya que hay chicas que no logran excitarse en una posición sesenta y nueve, otras que mejor no intentarlo porque al excitarse pierden el control y te pueden lastimar con los dientes y otras, como en el caso entre manos, que saben que uno debe bajar para llevarse el premio mayor. Eso hice, bajé y estuve muy largo rato lamiendo y a medida que pasaba el tiempo su jugo fue llenando mi boca. Ella al principio apoyaba su mano sobre el pubis, tirando hacia arriba y hundiéndolo. De esta manera hacia aflorar su clítoris y que éste fuera estimulado con mayor facilidad. Luego, supongo que ella ya excitada, me tomó la mano derecha con fuerza a la vez que comenzó a tocarse el seno derecho. Notaba que trataba de controlar sus gemidos, con lo cual atentaba con conseguir su orgasmo. Le pedí que acabe en mi boca, cosa que asintió. Supongo que llegó porque en un momento mi cara quedó empapada y ella arqueó su espalda para caer pesada, conteniéndose de expresarlo de manera airada. Una lástima, ella no podía gritarlo por los vecinos. Y yo me quedé sin poder ver y oír ese hermoso espectáculo de una mujer acabando como se debe. Ya sée podrá en un futuro, quizá no en su casa. Ya veremos. Me coloqué a su lado, con mi barba que era una esponja que chorreaba su fluído y me besó de manera apasionada. Bajó sin que se lo pida y recomenzó su tarea de chuparme mi miembro, solo que esta vez fue menos tiempo, colocó el preservativo y me comenzó a cabalgar. Varió las técnicas, de sentadillas, deslizando su cuerpo por momentos hacia delante, situación que aprovechaba para estimularle los senos. En otros momentos hacia atrás al tiempo que se tocaba su clitoris. Fue una sola posición, a pedido mío. Me ofreció en cuatro y estaba tan contento con verle su rostro que me olvidé de su cola. Igual, a esa altura estaba seguro de una reincidencia. En un momento me elogió la dureza de mi miembro (“lo tenés que parece un palo de escoba”) con lo cual agrandó mi ego, pero la noté cansada. Me reconozco que soy duro de acabar y ella había hecho un esfuerzo importante. Le pedí que me chupe, ante la advertencia de ella que no volvería a acabar. Y retomó su arte, procurando que largue mi semen sobre sus pechos. Luego, me estimuló ella mis tetillas a la vez que incorporé a Manuela en un trío, con lo cual me bañé en mi semen. Ella me acercó un rollo de papel para cocina, con lo cual nos secamos. Luego estuvimos charlando largo rato con lo cual me confirmó que su simpatía no es una apariencia o pose. Aboné lo convenido, nos vestimos y me acompañó a la puerta, tiempo en el cual pactamos nuestro futuro encuentro. Cualquier duda, a sus órdenes. Saludos.
  16. Una de las colombianas que no llegué a conocer. Tuve el número, pero al robarme el celular perdí muchos contactos. Veré si lo tengo y se lo paso, pero con el comentario del compañero, me temo que no debe hacerse ilusiones. Abrazo.
  17. Ximena la Colo La Negra Tania Ale la metalera Milena Burgos. Ignoro si Ximena, Ale y Milena siguen trabajando.
  18. Hola a todos: Para algunos, estos aportes son ignorados por no relatar periplos exitosos, pero para otros, no. Aquellos que no quieran perder su tiempo, los que no buscan discutir con gente que no se encuentra a la atura de las circunstancias e incluso recibir maltratos gratuitos, seguramente lo leerán con el detenimiento que a merita y, hasta incluso lo agradezcan. Iré por partes, porque lo que me fue ocurriendo parece una serie de escenas extraídas de un sainete.La señorita en cuestión publica en el siguiente link: [No se puede adjuntar enlaces de páginas de avisos gratuitos. A lo sumo adjuntar alguna imagen de la mencionada publicación, solo en el caso de pretender notificar de alguna advertencia.] El texto es escueto, demasiado simple, pero advierte dos puntos. Es una mina nueva y venezolana. Luego, la foto da la pauta de una mina de pelo rubio. Creo que nada más. Mando mensaje y me responde con un texto prefabricado en el cual describe en parte su servicio. El texto es el siguiente: "Hola amor, servicio onda novia con besos de lengua y mimos, hago hoteles por once, congreso, monserrat (sic), mi arancel es de 2500 $ hora y media, soy nueva en el rubro". Solicité fotos, preguntándole si mandaba. Inmediatamente me envió tres fotos de una señorita sumamente bonita, de tez trigueña y cabellera larga color azabache. Si bien era coincidente con lo que se podía esperar con alguien de esa nacionalidad, había algo que comenzaba a no cerrar. La foto del aviso muestra una mina rubia y ella mandaba fotos de una morocha. No hice mucho lío, podía ser que la foto del aviso fuera para desorientar para preservar la intimidad, que fuera antigua cuando la mina se tiño el pelo, etc. Comencé a preguntarle acerca de sus horarios, si era completa, si brindaba el oral sin y en qué hotel trabajaba (para calcular cuánto podría llegar a salir la cuestión); cosas que cualquiera de nosotros hace en estas circunstancias y pongo énfasis en que las preguntas se realizaron de manera cortés. La respuesta de la señorita, que demoró trece minutos, fue lacónica: "si todo". De más está decir que no respondía con su texto la pregunta de horarios y si tenía preferencia por algún hotel. Y, en vez de darme cuenta que estaba frente a una botarate, insistí. Por fortuna logró percatarse que su respuesta no era satisfactoria y me envió sus horarios. Estaba dentro del rango para un encuentro y grabé un audio para buscar de acelerar el proceso de arreglo de un encuentro. Y pregunté si era HEF. La respuesta fue: "Si todo". Escuchó los audios y no respondió. Insistí grabando otro audio sugiriéndole que me grabara ella un audio para ver que su acento venezolano me estimule. La respuesta de ella fue: "Yo no soy la venezolana". Le grabé un audio para que me explique. ¿Las fotos que me había enviado eran de ella o no? ¿El servicio que me describió era el de ella o no?. Le señalé que el aviso hacía clara referencia a Luli, la venezolana. Su respuesta fue en un audio. La persona que lo grabó, era una mujer con un claro acento venezolano. Me señaló que las fotos y el servicio que me detalló pertenecían a una amiga de ella. Y, como era de esperar, la culpa era mía porque "yo no había señalado por quién preguntaba" y ante mi falta de tacto, me envió los datos de su amiga, que no era venezolana. Entonces pregunté por ella, acerca de cómo era su servicio y que me enviara fotos de ella. Paralelamente busqué a la amiga, para dar con el aviso. Para mi sorpresa, el mismo tiene publicado las mismas fotos que me envió al principio, pero con otro número de teléfono diferente al de Luli y en el texto no hace referencia a la venezolana. es decir, jamás en la perra vida iba a poder relacionarlas. Le señalé que yo escribí por ella y que no había manera, en principio de relacionarlas ya que no compartían aviso ni número telefónico. La respuesta de ella, luego de más de media hora, fue: "besitos". Le grabé un audio. Marcándole las inconsistencias en todo su proceder. "Veamos corazón si nos vamos entendiendo. Vos tenes un aviso que dice Luli, la venezolana, con este número de teléfono. Te consulto a vos y me pasás los datos del servicio y las fotos de otra persona que publica en otro aviso y con otro número de teléfono. Aprendé a manejarte, ya que lo tuyo es muy desprolijo. Te hago consultas por vos y me respondes mandandome besitos. Está bien que seas nueva en esto, pero ¿vos querés laburar o qué onda?". La respuesta de ella llegó a la una de la mañana. Atenti, yo los mensajes los había enviado dos horas antes. La mina no sabe si uno vive solo o está acompañado y lo puede meter a uno en un quilombo. "Tu no vas a venir decirme como manejarme así a ubicate (sic)". Obviamente, me terminó haciendo un favor y me bloqueó. Es una más que cree que ser prostituta es abrir las piernas nomás y pedir mucho más dinero que el que podría llegar a ganar en un empleo, que por sus peculiaridades expuestas aquí, jamás obtendría. Y hago el favor de advertirles para que no pierdan su tiempo.
  19. La vez que la llamé, si mal no recuerdo, era un PV por recoleta calle junín. De esto hace mucho tiempo. Si cambió...no lo sé. Saludos
  20. Creo que a la chica se le corrió la esponjita que se colocan para trabajar en esos días. Si la mina sangró de la manera en que el colega describe o menciona, no fue porque la agarró de sorpresa. Actuó en consecuencia, quizá para evitar una reacción violenta del cliente. No obstante, el uso de la esponjita podría ser una imposición del PV. Esta puede ser directa o indirecta. Indirecta porque le descuentan el día que no trabaje o directa porque la obliguen a seguir atendiendo, aún esos días. Es decir, la cosa a veces no pasa por voluntad de la chica, por lo menos no siempre.
  21. No, no soy extraccionista. ¿Lo afirmé acaso? Mire hasta los camilleros usan guantes quirúrgicos. Incluso los profesionales que procesan papanicolaus y material citólogico. Ahora, así como existen buenos profesionales, también están los que no lo son. El uso de medidas de seguridad debiera ser obligatorio en los casos en lo que no se está seguro y la posibilidad de un contagio es alta, que supongo que no sería en su caso, motivo por el cual no lo emplearon. Aunque sus afirmaciones, sabrá disculpar, pero no le creo absolutamente nada. No obstante, atendiendo al caso planteado por el colega, lo lógico y sensato es recurrir al médico, ya que la situación de riesgo está presente, aunque usted no la vea. Y no la ve, porque no debe tener una formación adecuada y pertinente. ¿Odio? Soy incapaz, a lo sumo, siento una profunda lástima y misericordia. Y más que nada por los ignorantes. Que sus letrados registren todo, me tiene sin cuidado. Sé qué debo decir, y además, todo se resuelve en con un animus iocandi sobre un nombre de fantasía, no sobre una persona real. ¿Creés que podés venir a correrme con la vaina? Cuando vos pensás en ir, yo ya fui y escribí mis memorias. Ahora, si sus letrados le sugirieron que dialogue con los moderadores para terminar cambiando de nick, estando sometido como víctima al delito de extorsión, la verdad me deja perplejo. Una sugerencia. ¿No probó de cambiar de abogados Don Yaguareté? Eso, no se resuelve de esa manera, se recurre a la justicia penal, bigote.¿O les consulta por mis manifestaciones y no cuando lo apretan? No suena muy coherente y sensato. Por último, las palabras esdrújulas, siempre llevan tilde. Eso, se aprende en primaria.
  22. Digame...¿usted sigue sin pegar una? ¿Por qué cree que los extraccionistas usan guantes por ejemplo? ¿Por si una aguja los pincha y de esta manera frenar la estocada? No, para evitar que la sangre entre en contacto con la piel. ¿Por qué cree que será? ¿Usted cree que el problema es solamente el contagio de HIV? No, el tema no es solamente si tiene puesto o no el preservativo. Así como tampoco es el riesgo a infectarse por HIV como única cuestión a tener en cuenta. No se puede saber si fuera del espacio del pene hay alguna lesión, la cual no se necesita que sea evidente para que un virus pueda ingresar. No se puede saber si una microgota cayó por fuera del espacio cubierto por el preservativo y entrar en contacto con una lesión dérmica. Que son situaciones menos probables, lo son, pero no significa que no sean plausibles. Además, por lo que luego mencionó el colega que sufrió esta situación tan desagradable, la sangre entró en contacto con la piel del miembro. Tegumento que estuvo en fricción durante el coito, por ende podría tener pequeñas lesiones. Por ende, independientemente de un análisis de posibilidades, es muy correcto la consulta a un infectólogo atento a que estuvo expuesto a una situación de riesgo. ¿Vio para que sirve estudiar? ¡Y ni hablar de razonar!
  23. Ella viajó hace unos meses y sé que regresó. No sé si está trabajando actualmente. Cualquier cosa me fijo y si me entero de algo te aviso por MP. Abrazo
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