garchat

Antes que nada el link http://www.mimosasargentinas.com.ar/escorts-acompanantes/Silvia_15-3586-9901_3096.htm En mi continua búsqueda de la experiencia gatuna me tire el piletazo con la dama en cuestión y terminé abollado contra el fondo. Martes mediodía, llamo al cel de la página, y ya ahí debería haberme dado cuenta, pero entré como caballo. La mina cazó el tubo y empezó a relatarme las bondades del servicio, que la discreción, que sola, que la limpieza, que yo exijo como mínimo que me brinden lo mismo: nada de quilombos y extrema limpieza, etc. Después de 5' de sanata arreglé para media hora después. La facilidad de conseguir turno inmediato siempre es una señal. Pero ese día no le dí bola a ninguna.:dft004: Después de cuerpear el quilombo de tránsito de las manifestaciones del día en el Congreso, llego al edificio de la calle Belgrano, sudando como un beduino, cagado de hambre porque me saltee el almuerzo por despuntar el vicio y cansado de caminar todas las cuadras que me tuve que hacer a pata porque el taxi había quedado entrampado en el quilombo de tránsito. Baja la mina a abrirme, y ahí me consolé un poco porque el producto se parecía bastante a las fotos, pero ahí comenzó el calvario. Le comienzo a decir que me disculpe el atraso por el tránsito..., pero la mina me hace callar. Me dice susurrando que no hable en los lugares públicos del edificio por el tema de la discreción. Subimos al depto, y tres indicaciones más de que debía rajar inmediatamente: un depto chiquito y agradable pero más ordenado que el de una monja, la mina entra y se pone a hablar con su gata como si le hablara a un bebé y me deja iterando por un buen rato, cuando se cansa de la gata se me pone a justificar su manía por la limpieza con una historia de un ñato que apestaba y al que le tuvo que demostrar de donde venía el olor con la prueba del papel higiénico que se pone marrón. Un verdadero asco para comenzar... Paso al baño y me lustro todas las partes pudendas por temor a que me eche a la mierda si me encontraba algún atisbo de olor, y también me lavé las manos dado que me lo había pedido particularmente, luego de mostrarme que ella se las lava en la cocina, mientras tanto. Me pongo con el gift como hago siempre para evitar discusiones, y antes de dejarme tirarme en la catrera coloca un toallón sobre el que debo permanecer todo el tiempo (?#!\) Hasta ahí todavía tenía esperanzas. Más, cuando inmediatamente ataca por besuqueo en los gemelos. Para demostrar la desazón posterior la mina alaba el estado de dureza del amigo que venía con ganas de hacer destrozos. Mientras se encontraba en esos menesteres meto mano y me encuentro que la cosa estaba más seca que el desierto de Atacama, para lo que además de oler como venía la mano (impecable, se la debe frotar con puloil) me mojo los dedos en la boca para proceder al franelix correspondiente. Nueva interrupción: ¡ No, saliva no! Yo me cuido mucho y así debe ser con los demás. Vos entenderás que esto es un negocio y que yo no me puedo mojar con todos. Menos onda que cabellera de coreano. Como no podía ser de otra manera al comenzar el pete propiamente dicho aparece el preservativo. Frustrado ataco toqueteandole las tetas. Nueva interrupción: te pido que las toques si querés y que las chupes pero muy despacito porque son muy sensibles, y de ninguna manera me las estires. Me las pone cerca y ataco con un chupeteo, nueva interrupción: Ay, esta no que está sensible demás, a ver probá con la otra. También estaba sensible pero aguantó 10 segundos más. Bueno no los quiero aburrir más de lo que ella me aburrió a mí, porque a todo esto seguía hablando y contando anécdotas intrascendentes de un hijo de puta que la mordió y el juicio que le hizo, etc., etc. A todo esto el amigo ya se había aburrido totalmente, cosa que le extrañó!!!! y mientras no paraba de hablar de vez en cuando intentaba alegrar la cosa a través del preservativo. Aguanté un poco más la huevada y aprovechando que me sonó el celular, me excusé, dí por perdido los 200, y le dije que me tenía que ir. Puso cara de compungida y me preguntó si era por algo que había hecho ella (¿?) No me pareció que valiera la pena entrar a discutir, porque la verdad es que siempre me han merecido respeto las que se dedican a esta profesión. Le dije que no que era yo, que eso a veces me pasaba. Me vestí, me hizo callar, me abrió abajo y salí corriendo. Está demás que haga una tablita, y no hace falta aclarar que la reincidencia y/o nuevo intento no está previsto ni en esta vida ni en todas las resurrecciones venideras.