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Excelente experiencia entre clientes.

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Volví a ver a esta morocha que me tenía loco desde hace rato, siempre sentada cerca del fondo, unos cuarenta años, alta, elegante, no trabaja en Madahos, va con su pareja como lo hago yo, generalmente los jueves.

Averiguamos que salen con bailarinas y una que otra chica del salón cada tanto y que "alguna vez" se fue con su pareja y algún cliente. Eso me animó y la encaré. Me presenté, le dije que hace rato que tenía ganas de hablarle y si aceptaba que le invitara una copa. Consultó con su pareja y nos fuimos los dos a sentar atrás, a la zona oscura.

Resultó muy simpática y llevamos una charla de lo mas amena aunque reconozco que me resultaba difícil no clavarle la mirada en el escote (impactantes lolas), charla va charla viene, que ambos vamos a night clubs con nuestras parejas para calentarnos, la fantasía de ver al otro cojiendo, de cojer con una concha o una pija distinta, la excitación, etc, me contó que les gustan los tríos pero que la opción de sumar un hombre le resulta mas complicada que la elección de una mujer. Me quise mostrar de lo mas confiable asi que le pregunté si quería que siguieramos charlando también con mi mujer que nos miraba desde la barra. Nos fuimos a la mesa que ellos tenían y estuvimos allí durante dos botellas de champagne charlando los cuatro. Les pregunté si les gustaría seguir la noche en una de las habitaciones grandes del hotel de la esquina, las que tienen sillones y mesitas, como si estuvieramos allí pero mas cómodos.

Charlaron un rato entre ellos y salimos cada pareja en su auto para la esquina.

Ya en la habitación nos fuimos distendiendo, pusimos música, tomamos mas champagne y al rato (alguien tenía que dar el primer paso) Carla, mi mujer, salió del baño envuelta en una toalla y dijo "no se ustedes, pero yo muero por tomar champagne y fumarme un cigarrillo en el hidro" (gracias Carla!), Silvi le dijo a su marido "¿Por que no la acompañas?"

Sentí que era el momento, la agarre de una mano, se levantó y empecé a besarla y a desvestirla muy despacio, ella a mi también. Mientras mi mujer estaba de lo mas entretenida y atendida en el hidro yo tuve una de las mejores experiencias sexuales de mi vida.

Comenzamos con un 69 de película, dios, que concha deliciosa y empapada y que manera de chuparme la pija. La primera vuelta fue de frente y yo bien agarrado de esas terribles tetas, la segunda, para ambas "parejas cambiadas" con las mujeres besandose mientras los hombres las bombeabamos de lo lindo, y ya a la madrugada la tercera con todos los agujeritos de ellas bien atendidos por ambos caballeros.

Una noche fantástica y por que no, la posibilidad de reincidir si se da la ocasión nuevamente.

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