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Paulita/Uma de Doncellas Vip. Microcentro

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Estimados colegas. Quisiera relatar mi XP con Paula de Doncellas Vip, que también publica en el mismo sitio bajo el nombre de Uma:

Uma, 4393-3211 / 4328-1572, Microcentro, Novedades Julio 2012

Paulita, 4326-4699 / 4393-3211, Microcentro, Novedades Junio 2012

 

Una de las motivaciones para visitar a esta mesalina fue la reaparición en el foro de los pedidos por chicas jovencitas, especialmente en el rango etario de los 18-20 años, es decir, ahí, en la frontera. Se trata de un sendero que se bifurca, de una “didaché” del placer legalmente consentido… o de la cárcel.

Personalmente no soy muy afecto a las jovencitas y quisiera dar algunas razones. En primer lugar soy profesor tanto en el nivel superior como en un secundario (siempre hay que tener alguna escuela por las dudas). Mis alumnas están también en la frontera, pero son intocables. Muchos se ríen cuándo digo: “Mis alumnas son como la Virgen María, cualquier pensamiento equivale al sacrilegio”. Y así debe ser. Otro factor que me aleja un poco de las acompañantes de corta edad es su servicio. Es sabido que estas chicas no suelen tener mucha experiencia y tienen más temores que una Escorts de unos 23 o 25 años, tienen maña… algunas sólo cedieron a sus novios o alguna pareja casual, pero no se sienten cómodas y son torpes en disimularlo. El tercer motivo es la duda razonable que nos asalta cuando vemos a una jovencita, nos preguntamos, con derecho y lógica ¿Realmente tiene 20 años?

Pasemos a la XP propiamente dicha. Habían pasado pocos minutos de las 16:30 horas, como estoy de vacaciones en la docencia, pero no en mi otro trabajo me puse a revisar en una de las máquinas de la oficina el foro. Yo había tomado notas de algunas XPs que me parecieron interesantes. Muñido con estos datos en mi agenda fui hasta la Peatonal Lavalle y pedí un café doble cortado en Angostura donde el ambiente es tranquilo y la música llevadera. Realicé algunos llamados, todos infructuosos. Tenía dos opciones: o volvía al Privado de Maipú 3XX o buscaba algo en alguna página que me pareciera interesante y luego lo confrontaba con la información del foro. Así fue que terminé en Doncellas Vip, página oficial de un elegante y muy buen Privado en Córdoba y Esmeralda. Las veces que visité este PV me ha ido bastante bien, de hecho en una oportunidad demasiado bien y luego de un tiempo quedé danto tumbos y lagrimeando por los rincones, consecuencia de no haber seguido los consejos que me diera el forista y colega Bernardo. Entre las fotos me llamó la atención Paulita. ¿Por qué? Principalmente por su aspecto juvenil y en segundo lugar porque está vestida. Inmediatamente sentí que las pulsiones reprimidas en las clases afloraban: allí tenía a una escort de unos 20 años servida en una bandeja de plata. Recordé “El Evangelio Según San Mateo” de Pasolini, el rostro de Herodes cuando ve bailar a Salomé, justo cuando levanté la vista y me vi en uno de los espejos del restaurante. En ese momento supe cual era mi sino fatal: sentir ese cuerpo juvenil y poseerlo por completo.

Llamé, ya habían pasado algunos minutos de las 17:20 y la mujer que me atendió me contestó “Paulita en este momento está libre… sin hacer nada”. ¿Rencor? ¿Encono? ¿Aversión contra la competencia? Bien es sabido que en ese PV las recepcionistas suelen ser mujeres que también ejercen el arte y oficio más antiguo que conoce la infamia. Me encaminé entonces con paso rápido pero seguro. Tomé la calle paralela e inmediatamente anterior a Córdoba y me mezclé entre los oficinistas, mi traje azul ya no es patrimonio de los burócratas, el sobretodo negro tampoco es marca atávica. Llegué en cinco minutos y justo estaban arreglando el portero eléctrico “¡Pardiéz!” Llamé por teléfono y le expliqué a la eventual recepcionista lo que ocurría, salió entonces a atenderme: cuando vi a la rubia con un jean ajustado y una campera pensé “la próxima vez vengo por esta”. Me hizo pasar y el portero me miró de soslayo, me adelanté y le di el paso. Me introdujo a un recibidor amoblado de forma eficiente, con unos sillones, una luz difusa en la gama del rojo y me dijo “ya viene la chica”.

Dejé el maletín en uno de los sillones y me quité el sobretodo, caminé al espejo y comprobé estar bien arreglado, la experiencia me enseñó que cuándo uno va mal alineado a visitar a una escort eso incide en el servicio. Pasaron unos tres minutos y allí apareció y ante su entrada se me cayó la mandíbula… y la billetera.

Mide cerca de 1,70, llevaba puestas unas botas con un taco aguja que la dejaban casi a mi misma altura. Sus piernas largas y estilizadas desaparecían en un vestidito ajustado tipo strapless “animal print”, ceñido con un cinturón de cuero. Tenia una sonrisa tímida y cuando me vió primero me esquivó la mirada. Su piel es blanca y delicada, muy suave y bonita, tiene los dientes perfectamente alineados y en sus venas corre la sangre germana que tanta huella dejara en la hermana República del Paraguay. Un acento fuertísimo la denunció, una sonrisa se dibujó en mi rostro de forma involuntaria. Ella me dijo “Hola ¿como le va? ¿Pasamos a la habitación?”. Ella entró y enfiló a la escalera, la detuve para preguntarle si no me iba a ofrecer que pasara al baño. Se confundió, miró hacia una puerta donde estaba el conciliábulo de sus colegas, mayores, con más experiencia y me dijo “si, pase, es allá”. Entré, me higienicé un poco rápidamente (más por costumbre y educación) y al salir estaba la niña en la escalera, esperando tal como la había dejado.

Subimos, ella por delante y yo viendo esas nalgas perfectamente marcadas e imaginando las cosas que le haría en cuando cayera entre mis brazos. Una vez dentro de la habitación se quedó parada mirándome. Sinceramente me sentí incómodo. Me acerqué y le di un beso, el cual respondió primero con timidez y luego de separarnos, una leve caricia sobre su mejilla y repetirlo, con fogosidad. Tengo 27 años, no soy feo, me visto bien y soy delicado (por no decir un poco “aniñado” o “afrancesado”), supe que le había gustado. Quiso quitarme la corbata pero hizo un desastre, me separé de ella, me empecé a quitar la ropa y vi como ella se desvestía rápidamente y con torpeza. En un momento tenía su ropa en la mano y yo sugerí que la pusiera en una camilla que no pensaba usar. Pasó a la cama, se puso de rodillas y cuando subí volvimos a los besos. Besos, caricias, era como estar con una novia sin experiencia, sentí ese temblor que tienen las chicas que aún son vírgenes, que tratan de tomar la sábana para cubrirse, que al separarnos tras un largo y profundo beso se sonríen. Tiene los pechos pequeños y puntiagudos, mis manos acariciaron ese cuerpo delgado y delicado, su piel tersa y suave era seda para mi. Solita bajó hasta mi miembro, lo tomó y vi que dudó un segundo. “Si querés usá preservativo, como te sientas más cómoda”. Con eso la compré. Me contestó con un “gracias” y cerró los ojos y se puso a hacerme una felación. Al respecto puedo decir lo siguiente: no es una experta, pero porque no tiene experiencia, en dos momentos se atragantó y tosió, hube de ayudarla y luego me limité a disfrutar de esa inexperiencia mientras acariciaba una de sus mejillas y su espalda. Subió y nos besamos, caricias, abrazos, cada vez más acelerados, ambos respirábamos agitadamente y ella a tientas dio con el profiláctico, me lo puso, dos mamadas más y… ahí le gané de mano. Bajé yo a su entrepierna y juro que se retorcía, me tomó de la cabeza y sentí ese temblor del que antes hablé. Subí por su cuerpo, ya protegido entré a ella con cuidado.

Cambiamos posiciones: yo arriba en misionero, abrazados, ella encima de mi moviéndose hasta que agarró buen ritmo, siempre con besos y un leve jadeo, la tomé de las caderas, de las nalgas que abrí y acaricié su ano. El flujo lubrica bien. En un momento nos separamos y se puso en cuatro, entré nuevamente y le empecé a dar, ella no tardó en dejarse caer y terminé sobre su espalda moviéndome cada vez con mayor frenesí. Sin salir la puse de costado y seguí haciéndola mía, mis manos iban de su vientre a sus pechos pequeños y luego a su rostro. Paulita giraba la cabeza para besarnos, transpiró, gimió y se vino. Con un leve empujón me hizo salir y trató de cubrirse con la sábana. ¿Cómo negarme a semejante acto de ternura? Acercó su cuerpo al mío y la abracé. Charlita breve sobre nimiedades, algún alago de mi parte a su hermosura y la piba comenzó a moverse solita y refregar su hermosa cola sobre mi miembro, volví a penetrarla, tres movimientos, y luego dirigí mi miembro a su ano. Entonces me dijo “hacelo despacio”. Recordé a una ex novia y como fue su primera vez anal, esta chica no debutaba conmigo, pero tenía poco uso, así que despacio, cerrándole las piernas y con paciencia pude hacerle la cola. Fue majestuoso. Empecé a apurar el ritmo, ella jadeaba y alternaba sus gemidos con un “despacito”, poco a poco cedió y luego de un buen rato tuve un orgasmo fuerte que traté de prolongar todo lo posible. Quedamos rendidos, ella se volteo y me abrazó y nos quedamos así hasta que golpearon la puerta.

Poco a pocos nos fuimos moviendo para recuperar nuestras vestiduras mientras le contábamos al otro algo de nuestras vidas. Golpearon nuevamente, fui a mi billetera y alcé la voz “ya te pago media más”. Entorné la puerta y deslicé dos billetes. Cerré pero ella me ofreció una bebida que no rechacé. Sólo perdimos cinco minutos: lo que restó lo pasamos en la cama.

Al cumplirse el plus de treinta minutos me vestí, le alcancé a ella su vestido que había quedado en el suelo luego de que alargara su servicio y vi por última vez ese cuerpo delicado y delgado. Mil cosas se pasaron por mi cabeza, lo juro, ella se sentó en mis piernas y recordé el consejo que me diera una escort de la que soy amigo. Bajé, nos despedimos y esperé a la recepcionista. Subiendo la escalera estaba una escort a la que parece habían pedido para un “combinado”, la saludé e identifiqué como Adoración. Apareció la recepcionista, y me acompañó hasta la puerta del edificio, la saludé y avancé hacia Corrientes, vi que aún estaba abierta la librería Ágape y me metí, pero eso es otra historia.

Tablita.

 

  • Servicio: 9
  • Depto: 9
  • Edad aparente: 18... 19?
  • Cara: 9 linda
  • Tetas: 8 chiquitas, de nena.
  • Colita: 9, hermosa.
  • Cuerpo en general: 8,66
  • Relación con las fotos: 95%
  • PT: 10 principiante, hermoso...
  • Besos: si, muchos, novia.
  • Garching: 10 podría ser mejor.
  • Relojea?: No, es un PV, pero me respetaron el horario.
  • Onda: 10 mejoró a medida que pasó el tiempo.
  • Reincidencia?: Si
  • Cobra por adelantado: Si.
  • Gift: $300 la hora completa.

"no obstante no creo que el ano de esta mujer valga $100, si eso fuera asi y ademas se tratara de una ley general, yo estaria en bancarrota"

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  • Miembro

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Felicitaciones por la xp

se agradece que la compartas

linda minita,lastima que este en un pv

salu2

ber

EL DINERO NO HACE LA FELICIDAD....PERO AYUDA A ALCANZARLA.LAS MUJERES SON TODAS TROLAS, LO UNICO QUE HAY QUE TENER ES EL CAPITAL ADECUADO PARA COMPROBARLO.UN VASO DE AGUA Y UN "POLVITO "NO SE LE NIEGA A NADIE

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  • Miembro

Respuesta: Paulita/Uma de Doncellas Vip. Microcentro

 

Colega Mojo, si son la misma. En ese POV tienen la maldita costumbre de duplicar las Escorts con esa tontera.

Saludos... y no deje de disfrutarla.

"no obstante no creo que el ano de esta mujer valga $100, si eso fuera asi y ademas se tratara de una ley general, yo estaria en bancarrota"

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  • Miembro

Respuesta: Paulita/Uma de Doncellas Vip. Microcentro

 

Ojo que no se le confundan las ideas, a ver si se termina enamorando

Extenso relato pero valió la pena leerlo

Tenemos gustos contrapuestos: no me atraen demasiado las pendex, las prefiero cercanas a mi edad al menos, y si son tipo tractorcito y me pasan por encima muchisimo mejor ja

Igual gracias por compartir

Retirado temporalmente

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  • Miembro

Respuesta: Paulita/Uma de Doncellas Vip. Microcentro

 

pobre piba

 

Estimado colega, gracias por comentar. Lo mismo pensé cuando me fui de ese lugar "pobre piba".

Saludos cordiales,

Explorador.

"no obstante no creo que el ano de esta mujer valga $100, si eso fuera asi y ademas se tratara de una ley general, yo estaria en bancarrota"

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Respuesta: Paulita/Uma de Doncellas Vip. Microcentro

 

Ojo que no se le confundan las ideas, a ver si se termina enamorando

Extenso relato pero valió la pena leerlo

Tenemos gustos contrapuestos: no me atraen demasiado las pendex, las prefiero cercanas a mi edad al menos, y si son tipo tractorcito y me pasan por encima muchisimo mejor ja

Igual gracias por compartir

 

Estimado Alejo,

Ya me pasó eso y he quedado destruído. Lo peor fue que en un momento se correspondieron mis sentimientos y entonces todo se aceleró hacia el absurdo. Recuerdo aún una frase que me partió el alma. Luego, volvió en si y se fué de aquel café. Oh... aún pienso en ella. Me siento como Rinaldo cuando entona el aria "Cara Sposa".

Pero eso me pasó una vez, dos no.

Saludos cordiales,

Explorador.

"no obstante no creo que el ano de esta mujer valga $100, si eso fuera asi y ademas se tratara de una ley general, yo estaria en bancarrota"

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  • Miembro

Respuesta: Paulita/Uma de Doncellas Vip. Microcentro

 

Estimado colega, gracias por comentar. Lo mismo pensé cuando me fui de ese lugar "pobre piba".

Saludos cordiales,

Explorador.

 

Buenas muchachos,

 

La xp parece muy buena y es normal un mini-enamoramiento mutuo. No por eso menos peligroso pero la vida es para valientes.

 

y perdon pero porque "pobre piba"? Simplemente no entiendo.

 

Saludos.

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